Con estas palabras, anoche en nuestra Biblioteca presentaba nuestro Concejal de Educación y Cultura Hipólito Santiso Peón a Adrian Sánchez Blázquez quien nos ofreció un emotivo recital de su último libro VIVENCIAS.
"ADRIÁN llegó a Villanueva cuando era muy jovencito. Un “pipiolo”.
Venía a trabajar en lo que entonces era una próspera, cercana, amable y servicial Caja de Extremadura.
Entonces no había “preferentes”, clausulas suelo, ni crisis bancarias. Ni siquiera había nacido LA SAREB, ni habían formado ese conglomerado de cajas que ahora llaman Liberbank.
Los bancos, y mucho más las Cajas de Ahorro, eran oficinas amables donde te trataban muy bien, te abonaban intereses y … ni siquiera te cobraban comisiones.
“Sanchez –como le llamábamos todos- era un empleado amable y atento con la gente y enseguida “se quedó” con los partochos. Y los partochos, todos los partochos, estábamos encantados con él.
Yo no sé si, ya por entonces, escribía poemas. El ambiente bancario no es de lo más apropiado para ello, pero estoy casi seguro que tomaba sus notas y escribía las observaciones que más tarde le servirían para intentar algunos “ripios” y para plasmarlos en poemas a sus amigos como “Angel el Perronillo”, el profesor, o el “Roji”.
Se enamoró aquí, y le hizo muy feliz una “guapa partocha”. Toñi y Adrián se casaron , y … fueron muy felices aquí.
Pasaron aquellos bonitos tiempos, y como iba prosperando y ascendiendo profesionalmente, se trasladó, o se lo llevaron… ¡el caso es que nos le quitaron! … y, al final de su carrera profesional, acabó en la capital.
Allí se ha acomodado y hecho su “jubilosa” vida de jubilado, pero jamás se ha olvidado de nuestro pueblo. Vuelve a Villanueva cuando encuentra un hueco, y como también se le sigue notando mucho la influencia deToñi, podemos decir que es “casi, casi” tan partocho como ella.
Tampoco se ha olvidado de sus raíces en el pueblo de su nacencia. Un pueblo mitad placentino, mitad jurdano, llamado LA ZARZA DE GRANADILLA. Por eso sigue mezclando en sus escritos, memorias de su infancia zarceña, recuerdos y cantares del “tio Cuartillo”, paisajes amarillos y llanos… con la exuberancia, el folclore, el encanto y el verdor partocho de VILLANUEVA.
Y, últimamente, quizás estimulado por el placer de ser abuelo,-yayoflauta nos llaman ahora-, se ha vuelto más sensible, mas emocional, más delicado y más sugerente en sus poemas.
Sigue así, amigo Adrián, porque queremos seguir leyendo y escuchando tus libres poemas, mitad ortodoxos, mitad libertarios, pero siempre muy sensibles con los problemas de la gente, Con los problemas de los partochos, Con los problemas de “tu gente”. Venga. Queremos oírte, Adrián. Muchas gracias a todos."
Venía a trabajar en lo que entonces era una próspera, cercana, amable y servicial Caja de Extremadura.
Entonces no había “preferentes”, clausulas suelo, ni crisis bancarias. Ni siquiera había nacido LA SAREB, ni habían formado ese conglomerado de cajas que ahora llaman Liberbank.
Los bancos, y mucho más las Cajas de Ahorro, eran oficinas amables donde te trataban muy bien, te abonaban intereses y … ni siquiera te cobraban comisiones.
“Sanchez –como le llamábamos todos- era un empleado amable y atento con la gente y enseguida “se quedó” con los partochos. Y los partochos, todos los partochos, estábamos encantados con él.
Yo no sé si, ya por entonces, escribía poemas. El ambiente bancario no es de lo más apropiado para ello, pero estoy casi seguro que tomaba sus notas y escribía las observaciones que más tarde le servirían para intentar algunos “ripios” y para plasmarlos en poemas a sus amigos como “Angel el Perronillo”, el profesor, o el “Roji”.
Se enamoró aquí, y le hizo muy feliz una “guapa partocha”. Toñi y Adrián se casaron , y … fueron muy felices aquí.
Pasaron aquellos bonitos tiempos, y como iba prosperando y ascendiendo profesionalmente, se trasladó, o se lo llevaron… ¡el caso es que nos le quitaron! … y, al final de su carrera profesional, acabó en la capital.
Allí se ha acomodado y hecho su “jubilosa” vida de jubilado, pero jamás se ha olvidado de nuestro pueblo. Vuelve a Villanueva cuando encuentra un hueco, y como también se le sigue notando mucho la influencia deToñi, podemos decir que es “casi, casi” tan partocho como ella.
Tampoco se ha olvidado de sus raíces en el pueblo de su nacencia. Un pueblo mitad placentino, mitad jurdano, llamado LA ZARZA DE GRANADILLA. Por eso sigue mezclando en sus escritos, memorias de su infancia zarceña, recuerdos y cantares del “tio Cuartillo”, paisajes amarillos y llanos… con la exuberancia, el folclore, el encanto y el verdor partocho de VILLANUEVA.
Y, últimamente, quizás estimulado por el placer de ser abuelo,-yayoflauta nos llaman ahora-, se ha vuelto más sensible, mas emocional, más delicado y más sugerente en sus poemas.
Sigue así, amigo Adrián, porque queremos seguir leyendo y escuchando tus libres poemas, mitad ortodoxos, mitad libertarios, pero siempre muy sensibles con los problemas de la gente, Con los problemas de los partochos, Con los problemas de “tu gente”. Venga. Queremos oírte, Adrián. Muchas gracias a todos."
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